Las presentaciones orales a menudo generan nerviosismo y miedo. Especialmente aquellas que se alejan de los marcos estándar de un discurso. La improvisación, un hilo invisible que guía a través de las complejidades de una conversación impredecible, se convierte en un elemento clave del arte de hablar en público. De eso hablaremos en nuestro artículo de hoy. Te invitamos a seguir leyendo.
¿Cuándo se vuelve indispensable la improvisación?
No siempre podemos prever lo que sucederá durante una presentación. Preguntas inesperadas, problemas técnicos o reacciones inusuales del público – todo esto requiere una adaptación rápida y una acción eficiente. La improvisación no es solo un dominio de los artistas; es una habilidad que vale la pena desarrollar para afrontar desafíos inesperados durante los discursos públicos.
A menudo tememos las situaciones imprevistas. El miedo a lo desconocido puede ser paralizante. Desarrollar habilidades de improvisación puede ser una solución a este miedo, añadiendo confianza y libertad de expresión durante la presentación. Así, incluso la pregunta más difícil o un cambio repentino de tema no pueden desestabilizar al orador.
Las situaciones inesperadas pueden convertirse en una ventaja. A través de una improvisación efectiva, es posible transformar un tropiezo o un error en algo que logra simpatizar con la audiencia. La autenticidad y la capacidad de adaptarse rápidamente suelen ser más valoradas que seguir rígidamente un guion establecido.
¿Existe un secreto para la improvisación efectiva?
La base de una improvisación exitosa es la habilidad de escuchar y observar. El orador debe estar alerta y analizar cuidadosamente el comportamiento de su público para reaccionar adecuadamente a las circunstancias cambiantes. Escuchar atentamente las preguntas y comentarios permite ofrecer respuestas agudas y pertinentes.
Durante la improvisación, es importante permanecer uno mismo. La autenticidad construye credibilidad y crea un vínculo con la audiencia. Las personas valoran la veracidad y la espontaneidad, incluso si a veces son un poco imperfectas. Lo que es verdadero a menudo resuena más profundamente que lo que ha sido planeado artificialmente.
Es fundamental mantener una estructura en el discurso. Incluso cuando improvisamos, es importante que nuestra presentación tenga un claro inicio, desarrollo y conclusión. La estructura ayuda al público a seguir nuestros pensamientos y mantiene la coherencia del discurso.
¿Qué técnicas de improvisación vale la pena conocer?
“Di que sí” es una de las reglas clave de la improvisación. Significa aceptar las ideas ofrecidas por otros y construir sobre ellas, en lugar de rechazarlas. Esta regla ayuda a establecer un diálogo fluido y a crear una interacción constructiva con la audiencia.
El uso del silencio también es una técnica importante. No cada pausa es incómoda. A veces, un momento de silencio permite al público procesar la información, mientras que al orador le da tiempo para recoger sus pensamientos y concentrarse en la siguiente idea. La moderación en las palabras a menudo aumenta su peso.
También es útil recordar la técnica del “punto en el horizonte”. Esto significa mantener en mente el mensaje o la idea principal a la que el orador está aspirando, incluso cuando se encuentra rodeado de caos en la improvisación. Esto ayuda a mantener el rumbo del discurso y a no perderse en un mar de respuestas y comentarios aleatorios.
Marcos Delgado